Cuando un bebé tiene costra láctea la gente lo asocia a que es porque el bebé toma leche materna, en realidad no es así, no existe dicha relación.
Son pequeñas costras que se forman en el cuero cabelludo del bebé que a veces puede ser blanquecino y otras amarillento.
La costra láctea no es más que un problema estético así que no todos deciden usar tratamientos para tratarlo, solo los que sufren alguna complicación y es entonces cuando es recomendable.
Es bastante común en los recién nacidos, la padecen un diez por ciento y suele aparecer en la segunda semana de vida. Esta costra solo es una grasa seca y que no perjudica en nada al bebé.
Las zonas afectadas por esta dermatitis son, el cuero cabelludo, detrás de las orejas, la cara por la zona de las cejas y algunos pliegues del cuerpo. Cuando afecta a la parte de la cabeza se llama costra láctea y al resto del cuerpo lo conocemos como dermatitis saborrea.
Puede aparecer por varias razones, el calor, factores genéticos, factores hormonales (de las hormonas maternas que llegan a través de la placenta), un exceso de producción de grasa glándulas sebáceas e incluso puede aparecer por diferentes razones. Pero no hay que preocuparse ya que no se contagia y no se trata de ninguna alergia.
Si no se usa ningún tratamiento la costra va desapareciendo sola en los meses posteriores. Para los padres que quieran mejorar el aspecto se aconseja:
Se recomienda siempre usa champús neutros para bebés.
Lo que debemos evitar es quitarle la costra con las uñas ya que podemos causar lesiones y estas podrían infectarse. Tampoco quitársela con el cepillo aunque sea suave. Si vemos que la costra persiste consultar al pediatra.
En mi caso mi hija no tiene mucha cantidad de costra así que decidí dejar que se vaya cayendo por si sola, ya que además tiene el pelo más largo y lo disimula más.
Espero que te haya ayudado con este post!
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